Se ha convertido en una institución odontológica en Mataró. Es recomendada y puntera. Los propietarios, Lluís y Carlota, explican que “el 80% de los nuevos pacientes son personas referidos por otros pacientes”. Estos mantienen una confianza ciega en ellos y no dudan en recomendarlos.
Los entendidos en la materia aseguran que lo importante no es llegar sino mantenerse. Así lo ha hecho la Clínica MónBlanc, que vela por la salud y la estética bucodental del paciente. Esta ha logrado convertirse en uno de los líderes dentales de la ciudad de Mataró, donde da ejemplo de profesionalidad. Este consolidado proyecto, fundado por la despampanante ilusión de Carlota Muñoz y Lluís Vallverdú, cumple 10 años este 2023. Y para celebrarlo, seguirá regalando sonrisas y cuidando bocas.
La clínica se inauguró en 2013. Es decir, en 2023 se han cumplido 10 años desde su apertura. Generando un círculo de confianza y abogando por un clima donde abunda la familiaridad, Clínica MónBlanc ha levantado una estructura compuesta por los mejores. En esta zona de confort, Maria Bombí, Jordí Tomàs, Alexandra Trullàs, Noelia Román, Jéssica Gómez, Olga Caba y Desirée Contreras se han puesto la bata y manos a la obra para satisfacer las necesidades de sus usuarios. Con la mejor de las formas, en recepción, Astrid Edo y Esther Palomino solventan dudas y atienden a los bienvenidos y bienvenidas
Con rigor, compromiso, respeto, criterio y buenas manos (las de los mejores profesionales), Clínica MónBlanc se ha especializado en odontología general, ortodoncia, ortodoncia invisible, odontopediatría, endodoncia, periodoncia, estética dental, implantes dentales, prótesis dentales, cirugía bucal, apnea del sueño o patologías articulares (ATM). Paralelamente, este equipo se nutre de los mejores instrumentos clínicos del mercado odontológico y vive acorde a la tecnología del momento: radiografías dentales en 3D con un escáner CBCT, otro escáner intraoral iTero, con el que es posible digitalizar cada rincón de la boca, impresoras 3D LCD o técnicas de estética dental, tan punteras como Invasaling o Digital Smile Design. Nunca se cansan de innovar.
MónBlanc, un espacio elegante
Elegancia por los cuatro costados. El proyecto se ha armado en una clínica de ensueño. Sus instalaciones son luminosas, espaciosas y privadas, lo cual garantiza intimidad y calidez. En grandes espacios se hacen grandes cosas. Clínica MónBlanc se encuentra en el pleno corazón de Mataró, en la Plaza de las Teresas, número 12. En esta zona tan neurálgica de la capital del Maresme, cuya Comarca también lidera este referente dental mataroní, dispone de varios puntos de acceso y conexión, ya que se puede acceder a pie, en coche (con parkings por sus inmediaciones) o con transporte público.
En su interior, se ha habilitado una sala para niños. Los más pequeños de la casa se divierten en esta sala de espera, donde los juegos protagonizan este colorido escenario.
La visión de Carlota Muñoz y Lluís Vallverdú
Los líderes del líder. De cara a la galería, Carlota Muñoz y Lluís Vallverdú, responsables de la Clínica, han cogido la batuta y se han encargado de crear y difundir una buena marca, promocionando el hecho de hacer bien las cosas. Al fin y al cabo, la Clínica MónBlanc se ha convertido en un referente dental en la ciudad de Mataró. Pueden presumir de ello.
Cuando Carlota y Lluís desembarcaron en Mataró, con ideas frescas y aires renovados, cohabitaban las clínicas privadas y pequeñas y las grandes franquicias. No había un punto intermedio. “Entonces, llegó MónBlanc y aportó una clínica grande, con las últimas tecnologías, instalaciones amplias y acogedoras, con dentistas que trabajaban por especialidades, capaces de abarcar todos los campos de la odontología”, cuenta Carlota, quien añade que MónBlanc decidió conservar “la esencia de las clínicas privadas”, donde el trato personal y la elegancia brillan todavía con luz propia. “Es importante saber que, constantemente, no irás cambiando de dentista”, apostilla Carlota sobre el hecho de pasar de mano en mano. De hecho, la combinación de todos esos factores fue lo que “realmente llamó la atención”, subraya Carlota.
El “trato personal” es fundamental en MónBlanc. Resulta ser uno de sus pilares, junto a la familiaridad que se estila entre esas contrastadas paredes. “Es una clínica familiar, con todas sus prestaciones
Destaca la importancia de no ser concebida como “una macro clínica”. Por ese motivo, Lluís le quita el foco a lo de “macro” y destaca que la virtud reside en “hacerlo todo a nivel familiar, con todas las especialidades, en unas instalaciones de última generación, con todos los avances tecnológicos”.
Ambos ensalzan la relevancia de ubicar su clínica en el corazón de Mataró, en el puro centro de la ciudad. Ahí brindan un servicio “muy bueno”, explica Carlota, que apunta, además, que “el precio no está fuera de lugar”. Es más que razonable. Han sabido darle “un equilibrio” a todo.
Experiencia en el sector odontológico
Lluís ya hace más de 20 años que trabaja en Mataró, cuidando las sonrisas y la salud bucodental de sus pacientes, quienes confían mucho en la profesionalidad y en el sentido común de MónBlanc. A la postre, la experiencia en Mataró hace que Lluís sepa bien lo que se hace. El grado de conocimiento sobre la zona y sus necesidades es evidente. Carlota y Lluís pensaron en montar su propia clínica porque creían que “se tenían que hacer las cosas de manera distinta”, respecto a las otras clínicas.
Son líderes en el sector. Tienen estrella. Fueron capaces de conservar los pacientes que habían tratado en las otras clínicas en las que trabajaron. Les siguieron. Son familias que aún están con ellos. “Ahora, el 80% de los usuarios son los de toda la vida. El otro 20% viene por ubicación y publicidad”, concluyen. Están muy satisfechos de palpar y sentir “ese reconocimiento de las familias”. Les recomienda mucha gente.
Carlota explica como punto a favor de la clínica, “a día de hoy, la gente al entrar y ver las instalaciones se sorprende y nos pregunta si llevamos poco tiempo abiertos. Tienen la sensación que llevamos poco porque aún se percibe la clínica como muy nueva”. Por su parte, Carlota y Lluís todavía no han dicho su última palabra: “Queda mucho por hacer”, sentencia Carlota. Es decir, lo mejor está por llegar.