Las muelas del juicio, también conocidas como terceros molares, son las últimas piezas dentales en salir, normalmente entre los 17 y los 25 años. Aunque no siempre dan problemas, en muchos casos no tienen suficiente espacio para salir correctamente, lo que puede provocar dolor, inflamación o incluso infecciones.
La evolución de nuestra dentadura ha hecho que la mayoría de personas no necesiten estas muelas para masticar, y que su aparición cause más complicaciones que beneficios.
¿Siempre hay que extraerlas?
No necesariamente. Hay casos en los que las muelas del juicio erupcionan de forma correcta y no afectan al resto de dientes ni a la mordida. Sin embargo, sí es recomendable extraerlas en las siguientes situaciones:
- Falta de espacio en la mandíbula, que provoca que salgan torcidas o empujen al resto de piezas.
- Inflamación o dolor recurrente en la zona posterior de la boca.
- Infecciones frecuentes o presencia de quistes.
- Dificultad para mantener la higiene, lo que puede derivar en caries o enfermedades en las encías.
- Ortodoncia en curso o reciente, ya que pueden afectar al resultado del tratamiento.
¿Cuáles son los síntomas más comunes?
Aunque algunas muelas del juicio no dan señales hasta que el problema es evidente, estos son algunos síntomas habituales:
- Dolor o presión en la parte posterior de la boca.
- Inflamación de encías o mejilla.
- Dificultad para abrir bien la boca o masticar.
- Mal aliento o mal sabor de boca persistente.
- Aparición de fiebre si hay infección.
Ante cualquiera de estos signos, lo mejor es consultar con tu dentista para realizar una valoración mediante radiografía.
¿Cómo es la extracción de las muelas del juicio?
La intervención varía según la posición y el estado de la muela:
- Extracción simple: cuando la muela ha salido completamente y no hay complicaciones.
- Extracción quirúrgica: cuando está impactada (atrapada en la encía o el hueso) o en una posición complicada.
El procedimiento se realiza con anestesia local y en muchos casos es rápido y bien tolerado. En casos más complejos, puede requerirse la intervención de un cirujano maxilofacial.
Cuidados después de la extracción
El postoperatorio suele ser leve, pero es importante seguir algunas recomendaciones:
- Mantener una buena higiene, siguiendo las pautas del profesional.
- Aplicar frío local para reducir la inflamación.
- Evitar esfuerzos físicos durante las primeras 24-48 horas.
- Seguir una dieta blanda y evitar bebidas muy calientes.
En Clínica Dental Mónblanc, te acompañamos durante todo el proceso para que la recuperación sea lo más cómoda posible.
Las muelas del juicio no siempre deben extraerse, pero cuando causan molestias o su posición no es la adecuada, es mejor actuar cuanto antes para evitar problemas mayores. Un diagnóstico temprano puede ahorrarte dolor, infecciones y complicaciones futuras.