La saliva es una sustancia orgánica que sirve para ayudar a masticar, deglutir e hidratar los alimentos, además de humedecer permanentemente la cavidad bucal y protegerla de ciertas enfermedades.
Y si eres de los que no se sorprenden fácilmente, quizás lo hagas al conocer este curioso dato: los seres humanos producen entre uno y dos litros de saliva cada día, dependiendo de su edad, sus hábitos alimenticios y su actividad diaria.
¿Te parece mucha saliva? Seguramente sí, conque más te sorprenderá conocer que hay personas que padecen una enfermedad que hace que produzcan bastante más de dos litros de saliva diarios.
La hipersalivación, un trastorno de varias tipologías con causas diversas
La hipersalivación es un trastorno que se manifiesta por una producción excesivamente elevada de saliva o por la incapacidad para tragarla.
Esta afección también es conocida como babeo crónico, tialismo o sialorrea y se presenta en dos formas diferentes:
Hipersalivación anterior
El exceso de saliva acumulada sale por la boca. Esta forma de hipersalivación es muy visible para terceras personas, ya que los pacientes afectados no pueden evitar que se les «caiga la baba».
Hipersalivación posterior
La saliva fluye en sentido contrario al caso anterior, saliendo de la boca por la faringe. Quienes la sufren padecen continuos accesos de náuseas, tos y problemas respiratorios, puesto que en muchas ocasiones la saliva se introduce en los bronquios.
Causas de la hipersalivación
La sialorrea puede estar causada por una producción de saliva tan alta que impide que la persona afectada pueda tragarla con normalidad.
Lo más habitual es que algún medicamento que toma el paciente sea el responsable de la excesiva producción de saliva.
El consumo de drogas también puede producir hipersalivación, bien en forma de episodios puntuales o permanentes.
Y en otras ocasiones, no existe exceso de producción de saliva, sino que quien sufre sialorrea no puede tragarla o le resulta imposible evitar que se le escape por la boca. Aquí las causas pueden ser de índoles muy diversas, como:
- Trastornos neurodegenerativos como el Alzheimer, la enfermedad de Parkinson, la demencia o la ELA (Esclerosis Lateral Amiotrófica)
- Accidentes cerebrovasculares
- Falta de piezas dentales
- Algunas prótesis dentales
- Dispositivos de ortodoncia
Adicionalmente, pueden presentarse episodios de hipersalivación temporal. Esto es normal y no debe preocuparnos en los siguientes casos:
- Bebés que aún no controlan bien la boca ni la mandíbula
- Niños durante el período de dentición
- Mujeres embarazadas
Efectos colaterales de la hipersalivación
Además del babeo, la tos o las náuseas, este mal puede provocar que el paciente experimente:
- Alteraciones gustativas
- Dermatitis en la piel del mentón
- Fatiga mandibular
- Mal aliento
- Sequedad, descamación y erosiones en los labios y en las comisuras labiales
Tratamientos para la hipersalivación
Los tratamientos de este mal dependen de la intensidad con la que se presenta y de las causas que lo provocan.
Si está causada por prótesis bucales o por falta de piezas dentales, el diagnóstico será clínico y prácticamente inmediato.
Caso contrario, habrá que descartar que la sialorrea sea producida por el consumo de algún medicamento o de drogas. Y si no es así, entonces el paciente será derivado a un especialista que determine cuál es la afección de fondo que la provoca.
Los tratamientos habituales son:
Sustitución o suplementación medicamentosa
Cuando se detecta que un medicamento es el responsable del trastorno, ha de suspenderse la administración del mismo y cambiarlo por otro.
Se trata de un proceso en el que suele intervenir un equipo multidisciplinar de médicos que valora todos los problemas de salud del paciente, adoptando la decisión menos lesiva.
En los pacientes cuya hipersalivación es causada por el mal de Parkinson, puede reducirse la intensidad de la sialorrea mediante el uso de medicamentos.
Fisioterapia oral
Si el problema es producido por accidentes cerebrovasculares, este tipo de rehabilitación es lo más indicado para recuperar el control de la musculatura oral y mandibular.
La fisioterapia oral no es efectiva en pacientes con enfermedad de Alzheimer o demencia senil.
Toxina botulínica
Si el problema es la excesiva producción de saliva en las glándulas salivales, las inyecciones de toxina botulínica corrigen el problema. Para ello, es necesario inyectar bótox en las glándulas cada seis meses.
Cirugía
Solución utilizada solamente en casos muy graves o cuando el paciente no desea inyectarse periódicamente la toxina botulínica.
Se trata de una intervención quirúrgica que conlleva sus riesgos, por lo que, en el último caso, es necesaria una minuciosa valoración de los pros y las contras de la intervención quirúrgica.
En cualquier caso, es el profesional médico quien, tras conocer la etiología del trastorno, decidirá cuál es el tratamiento más adecuado.